Aetheria
¿Por qué la cosmética convencional no es tan inocente como parece?

Durante años creí que cuidarse bien era usar muchos productos. Seguro que te suenan: crema de día, de noche, contorno de ojos, sérum, tónicos, mascarillas, doble limpieza, exfoliantes…
Al principio de empezar a usarlos mi piel mejoró, ya que pasé de no hacer nada a cuidarla. Pero con el tiempo mi piel cada vez estaba más irritable, más sensible.
Un día me hice una pregunta simple:
¿Qué lleva realmente todo esto que me pongo en la piel cada día?
La cosmética convencional está presente en la mayoría de baños del mundo. Sus promesas y marketing son irresistibles. Desde antiedad, luminosidad, limpieza profunda y frascos de todas las formas y colores.
Pero si nos detenemos a leer los ingredientes, encontramos una larga lista de sustancias difíciles de pronunciar: parabenos, ftalatos, PEGs, fragancias sintéticas, sulfatos agresivos, siliconas…
¿El problema?
Estas sustancias químicas están asociadas a reacciones alérgicas y alteraciones en la salud hormonal, que a largo plazo causan problemas más serios. Algunos son disruptores hormonales. Otros, simplemente, ahogan nuestra piel bajo capas que no respiran.
Estudios que deberían hacernos pensar
Algunos parabenos han sido encontrados en tejidos humanos.
Y todo esto… en productos que usamos todos los días.
Menos es más (y tu piel lo sabe)
El enfoque de Aetheria nace justo aquí: de la necesidad de volver a lo esencial, de entender que lo natural no es una moda, sino un retorno a lo que el cuerpo reconoce como suyo.
Queremos que tu piel respire, que te sientas libre y tranquila con lo que usas. Que no tengas que elegir entre belleza y salud.
¿Y ahora qué?
Te invito a hacer una prueba muy simple:
Revisa tu neceser. Busca un producto convencional.
¿Reconoces cada uno de los ingredientes de su lista INCI?
Si no es así, quizás sea el momento de empezar a cuestionar lo que estás poniendo sobre tu piel.
